Me llamó la atención su interés por evitar los extremos. Por intentar transitar la realidad sin las rigideces del deseo de meter constantemente el dedo en la llaga ni sin dejarse llevar por los indomables vientos del paisaje subjetivo. Psiquiatra con influencias del psicoanálisis, aunque no militante según reconoce, y conocedor de los caminos de la neurociencia. Con estos ingredientes la charla se prometía interesante.